Los favoritismos no son de mi mayor agrado. Pero que difícil que es a veces evitarlos. Sobre todo, cuando ciertos directores nos tienen acostumbrados a obras maestras. Sin embargo, el "deslumbramiento" no es algo que sucede de la noche a la mañana. Gracias a dios, enamorarse, es una de las pocas cosas que aún no son instantáneas y descartables. No, lleva tiempo....conocer al otro y conocerse. Y no sucede muchas veces en la vida. Con las películas de Tim, me sucedió algo similar. Alguna vez hace muchos años, oí nombrar aquel Extraño Mundo de Jack, de método novedoso y estética única, que dejaría una marca registrada. Y recordando, creo que allí mismo me entere, que aquel extraño muchacho de Manos de Tijera, era obra también de este particular director. Mi gusto por el cine era aun joven e inescrupuloso, creo sin temor a equivocarme, que como pelicula favorita nombraba a Apolo 13 o alguna herejía similar.
El amor a primera vista, puedo decirlo, ocurrió con este Gran Pez. Y como todo amor, que se desarrolla como tal, hace que uno mire hacia a atras y vea los recuerdos que a él atañen, bajo otra luz. Y alli redescubra otras delicias del mismo, como Beetel Juice, Batman Regresa, Sleepy holow...que bajo este nuevo haz, van tomando forma y sentido. Entonces, sin que nos demos cuenta, hemos caído bajo su hechizo. Pero que placer que lo embrujen a uno asi.
Big fish tiene, a mi parecer, una actor principal inesperado... Fuera del casi fetiche burtoniano, johny deep, (arte del disfraz si los hay) aparece un sorprendente, pero formidable (en todos sus papeles, me atrevo a decir) Ewan Mc Gregor. Su personaje principal nos compra desde la primera toma, y como en toda película, uno comienza a tomar partido. El relato está tan bien logrado, que en cierto punto, uno comienza a creerse estas hermosas fantasías y deja de cuestionarse la veracidad de sus discursos. Asi, como en una sinfonía, nos vamos dejando llevar por las hermosas notas de esta pelicula, que no deja de tener el humor característico del querido Tim.
Con la actuación de la, por mi aplaudida, Helena Bonham Carter, su nunca mejor elegida esposa, es una película que tiene esa capacidad casi inusitada de identificarnos desde otro lugar, desde aquellos lugares reconditos de nuestras fantasías, desde esos lugares ya casi olvidados de la imaginación de la infancia.
Con una estética magnifica, digna de este gran director que asi se ha ganado su nombre, sin dejar nunca de lado ese tinte oscuro pero simpático que lo caracteriza, esta película debe estar a mi gusto entre las primeras diez.
Esplendida por donde se la mire, nos deja con esa sensación de redención hacia el final. En el fondo, quien somos sino nuestras historias, nuestros recuerdos, con nuestros abuelos como el más vívido ejemplo de ello. La memoria no estuvo hecha para ser perfecta y son aquellos detalles, sensaciones, agregados, verdaderos o no (al fin y al cabo, que es La Verdad?) lo que hacen que la vida de cada uno sea única y original, una obra maestra del séptimo arte, cada una en su estilo.
Una película que finalmente nos enseña una cosa: a valorar a nuestros compañeros de ruta, sean novios, hermanos, gigantes de tres metros o aquellas personas que nos dieron la oportunidad de vivir nuestra propia aventura: nuestros padres.
a mí también me encantó esta película, pero no puedo acordarme del personaje de Jhonny, Sparrow, Deep. Además de coincidir con las muy buenas actuaciones del bonito de Ewan y la tenebrosa Helena, no puedo dejar de rescatar al talentosísimo Albert Finney. Vos lo viste en Erin Bronckovich y, tal vez, en Traffic , pero recomiendo, fervientemente, buscar El Vestidor una película excelente. Es muy divertido verlo jovencísimo en Tom Jones (su imagen explica la elección de Ewan para representarlo en su juventud, igualito) o en el delicioso papel que juega con la única e irrepetible Audrey Hepburn en Dos en la carretera. Aportes de vieja...
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