Cuantas películas habremos visto, donde Indy o algún otro, buscaba un elixir para perpetuarse hasta la eternidad. Cuantas habrán desarrollado el tópico “ser joven por siempre” (La muerte le queda bien, comedia que recomiendo fervientemente). Estadisticamente, debe ser el sueño imposible de la mayor parte de la humanidad. Si bien creo que, como todo en la vida, le damos tanto peso justamente por su brevedad y la imposibilidad de volver el tiempo atrás. El paraiso se volvió tal, solo a partir de que Adan y Eva fueron expulsados. Sino jamas lo hubieran notado.
Reflexionando, ¿que mejor que ser joven, que ser un niño? Edad de la inocencia, de la pureza, de la eterna alegria, la risa sin limites. Donde imaginar era ser. Donde el dinero no era necesario, ya que solo necesitabamos que nuestras neuronas hicieran sinapsis para ser un astronauta y estar viajando por el espacio ...todo para a los dos minutos salir corriendo, perseguido por algun vaquero luego de robar un banco. Edad donde los imposibles no existían, lo peor que nos podía pasar era que mamá cocinara coliflor o milanesas de berenjenas. Edad de los días eternos, cuando a muchos les gustaba ir al colegio, aprender (que tiempos aquellos). Ni los dias de lluvia nos detenian.
Pero un dia termino...y como todo lo que se pierde, recien ahi uno se da cuenta de lo que ya nunca volvera. Esta pelicula, hermosa como pocas, nos invita a intentar rescatar aquellos vestigios que quedaron en lo profundo de nuestra alma. Aquella inocencia perdida. La alegria sin limites.
Con una delicadeza impecable, esta historia emociona hasta las lagrimas. Si, aquí no busquen una comedia.
Con el irremplazable Johnny Depp en el papel de “Peter”. Mejor elección actoral para este papel imposible. El multifacetico Johnny no decepciona, y nos mete en este mundo imaginario sin la menor dificultad. Con Kate Winslet como co-protagonista, desde un lado mas escéptico en un principio, pero que termina sucumbiendo ante este mundo mágico, que por un rato nos hace olvidar el pesimismo de la vida adulta.
Esta pelicula me hace pensar: ¿porque nos volvemos tan amargados? ¿Porque se pierde esa capacidad maravillosa de viajar con nuestra mente a mundos maravillosos donde el tiempo deja de correr y las leyes de la física desaparecen? Quizás por eso me gusta el cine. Porque al menos por unas horas permite a nuestras imaginaciones apagadas, acalladas por la rutina cotidiana y “los problemas” de la adultez, volver a viajar por el tiempo, volver a ser astronauta, poliladron, volver a volar con tan solo pensar en algo feliz. Quien no quisiera volver al país de nunca jamas... Gracias a dios, los tickets estan a la venta. En esa pantalla maravillosa que estos increibles directores nos acercan. Al verla uno se siente como los niños en la noche de estreno en el teatro. Que escena que recuerdo y me pone la piel de gallina. I suppose it's like the ticking crocodile, isn't it? Time is chasing after all of us, isn't that right?
