Sunday, August 14, 2011

( La faute á Fidel - La culpa es de Fidel) Esos jóvenes de pelos largos

La variedad de amistades, hace a la variedad de gustos cinéfilos. Tengo la suerte de contar entre los cercanos, algunos que me recomiendan este tipo de películas. Como siempre las salvedades para el espectador: Esta no es otra tonta pelicula americana. Au contraire.
La culpa es de Fidel, título atractivo de por sí. Película francesa del 2006, dirigida por Julie Gavras. (Si esta vez sigo un cierto método, es que intento ponerlos a tono y no desilusionar a nadie por el camino). Basada en hechos reales, podría decirse, ambientada en los '70, con una familia de clase media francesa en el foco. ¿Nuestros ojos? Una niña de 9 años.
Su pequeña vida transcurre en el marco de unos padres "progre" de los años 70, unidos por un ideal: ayudar a las masas marginadas en un mundo en continuo movimiento y con olor a revolución. La magistralidad del director, para contarnos una época desde la visión de esta enanita de 9 años, con aires de sabiduría y un carácter bastante particular, no tiene desperdicio. Como dicen por ahí, los locos y los niños, no mienten.
Desde la inocencia de aquellos que conocen solo aquello que ven y escuchan, y por sobre todo,  aquello que sienten, Ana, la pequeña momia, nos enseña como es crecer entre "comunistas", según palabras de su propia abuela.
Una película interesantísima, para el más culto o el más ignorante, incluso mejor en el último caso, ya que desde adentro, como Ana, vamos aprendiendo, entendiendo y creciendo en esos hermosos años (mi Belle epoque,tal vez) que fueron los '70. Años revueltos, idealistas, gritones, con "espíritu de grupo" y sobre todo, muy barbudos. Años que al menos a mi me hubiera gustado haber vivenciado. Oler un poco de esa pasión, ver un poco esos gritos del corazón en una plaza, sentir esos colores amarillo-naranja-rojo en la piel...Una revuelta de sensaciones en las calles, en las casas... Ese "no se que" de estar todos juntos con un ideal por el cual luchar. Y la desilusión, porque no conoceríamos la victoria si no existiera la otra.
Una película para volver a crecer, definitivamente. Tal vez con ojos más cansados, más apagados, de esos que ya naturalizan todo, pero en los que puede volver ese brillo, ese que nos dice que siempre algo puede cambiar. Y la culpa, la culpa es de FidelDentro de la Revolución, todo, contra la Revolución, nada.



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