Monday, October 31, 2011

( Medianeras ) Una aguja en un pajar

3 millones de habitantes. Apurados, la mayoría mal-humorados, con miradas pegadas al piso, al zapato, a la baldosa suelta. Amontonados, en "cajas de zapatos" apiladas una arriba de la otra, una al lado de la otra. Sin dejar espacio ni para un estirado bostezo. El viejo, una vez me dijo, ¿Realmente, a quien se le ocurrió la maravillosa idea de vivir todos apretados? Nunca escuche un dictamen más acertado. Desde entonces no paro de mirar embelesada hacia arriba cada vez que viajo en colectivo. Todas esas almas, más contentas, más deshechas, más acompañadas, más solas, todas todas, a una pared, a un techo de distancia.
Medianeras nos desglosa esta realidad. La desarticula, la analiza. Tanta gente toda junta y tan poco comunicada. Tan aislada, cada uno en su mp3, en su blackberry, en su netbook. Todos juntos...pero lejos al mismo tiempo. ¿Y si en este caos incomunicado, para colmo uno estuviera solo? Como dice la película ¿Como vas a encontrar el amor, si no sabes donde está? Ni como es, ni como viste. Ni siquiera como habla.
Medianeras nos muestra también como a veces, momentáneamente, parece que funciona. Con suerte 5 minutos, los menos afortunados tardamos más en darnos cuenta. Nos muestra esos instantes, en los que, después de la encerrada soledad, creemos ver un rayito que entra por nuestra ventana, y nos aferramos a el como si fura el último. Pero no, mero espejismo. Ya nos olvidamos que no debemos conformarnos con esos rayos débiles, pasajeros, que de tanto en tanto iluminan nuestros departamentos... el sol era otra cosa...ese que hacia más verde el verde del patio...que tocaba la casa desde la mañana hasta la tarde...No el reflejo durante 5 minutos encandilante, de la pared de en frente, del pulmón del edificio. 
De la mano de estos jóvenes actores nos vamos adentrando grieta a grieta en la vida del joven promedio de este hacinado lugar. Una vida aislada, rutinaria, con tantos medios de comunicación que ni siquiera nuestros padres hubieran imaginado, que nos matienen tan tan alejados al mismo tiempo. Con la grata sorpresa de encontrar grandes actores que los acompañan en el medio, ilusionándolos un rato, pero pasajeros, como pareciera ser todo.
Pero (hermoso pero) no habría historia sin moraleja. Allí, de manera poética, casual o no tanto, puede que esté. Aquel que te entienda, que te mime, que te ría. Perdido, pero esperando ser encontrado, como Wally. 
Una película sincera, muy bien contada, con un excelente ritmo y hermosos, perfectamente elegidos cuadros. Una película para encontrarle ese no-se-que a esta ciudad. Como escribió alguna vez Borges, No nos une el amor,sino el espanto. Será por eso que la quiero tanto.



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